En el siglo XXI tenemos un reto: manejar tecnologías emergentes para ayudar a nuestros estudiantes a construir su propio aprendizaje, pero aquí nace mi primera pregunta:
Mi sobrina Carmen, tiene ocho años, posee un portátil desechado de su padre con el que juega y navega por Internet, trabaja en el ordenador para sus tareas escolares, chatea, es el técnico informático de su madre cuando esta se atasca con su ordenador, hace sus propias presentaciones en PowerPoint, sabe manejar mi móvil como si fuese suyo (advierto que yo no lo he enseñado a manejar dicho artilugio), tiene impresora, WebCam, Wii… son las actividades diarias, comunes, para los autodidactas digitales , esta es la fotografía de muchos niños hoy día ¿qué le podemos enseñar los docentes a Carmen? El facilitarle la creación, el pensamiento profundo y el análisis. El video nos presenta la insatisfacción de los estudiantes hacia los métodos tradicionales de enseñanza y la urgencia de ofrecer alternativas alineadas con las tecnologías de información y comunicación.
Así que, ¡vayámonos preparando y preparando a los futuros maestros para ello! No estaría mal replantear nuestras metodologías con actividades y herramientas con las que ellos se sienten cómodos, aunque tengamos que hacer más esfuerzo. Con un poco de imaginación podremos usar todas las herramientas que usan los niños de hoy día. Cuanto menor sea la brecha generacional tanto mayor será el entendimiento entre estudiantes profesores.
Pero aún se me ocurren otras preguntas: De Norte a Sur, ¿están todos los niños preparados? ¿Tienen todos las mismas posibilidades de acceso a las nuevas TIC? ¿No se crearán abismos cada vez más insalvables es la enseñanza entre países? Dejo estas preguntas en el aire para otra reflexión posterior.
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